Son láminas de porcelana, de aproximadamente 0,3-1 mm. de espesor, que se colocan cubriendo toda la superficie anterior de los dientes y que permiten modificar su color, forma y brillo.
Se emplean fundamentalmente para enmascarar anomalías del color de los dientes que no pueden tratarse mediante el blanqueamiento convencional, también para disimular alteraciones en el tamaño o forma dentarias, ofreciendo así un cambio de aspecto radical a la sonrisa de los pacientes, en solo 2 sesiones.

Pueden durar fácilmente entre 15-20 años sin perder su color ni sufrir desperfectos, pero conviene recordar que algunas acciones como morder o sujetar objetos duros con los dientes, o intentar cortar materiales con ellos, o partir cáscaras duras de algunos frutos secos, pueden provocar que se desprendan o se partan.

La diferencia entre una carilla de porcelana y una corona es que la carilla va colocada sólo en la cara externa del diente. Por el contrario, la corona abraza al diente por todas sus caras.
Prácticamente no hay que reducir el diente para colocarlas y una vez cementadas, el paciente puede comer con normalidad.

Las Ventajas comparadas con otros tratamientos de estética dental son:

  • Colores: Permiten un gran abanico de coloración.
  • Naturalidad: Aunque se pueden elegir colores muy claros, esto no quiere decir que la sonrisa quede antinatural. La porcelana imita perfectamente la textura y colores de los dientes, por lo que los resultados van a ser siempre muy naturales y no van a desentonar con el resto de dientes.
  • Tolerancia: Las encías y demás tejidos bucales que están en contacto con la porcelana la toleran francamente bien, por lo que los efectos secundarios por posibles irritaciones se reducen considerablemente.
  • Estabilidad: La porcelana resiste mucho mejor la pérdida de color, pigmentación y manchas que pueden producirse en los dientes por el uso y el paso del tiempo.
  •  Cuidados: En cuanto al mantenimiento de las mismas, basta con realizar los cuidados normales para mantener la higiene bucodental, como lo son el cepillado y uso de hilo interdental.

Entre las Desventajas están:

  • La sensibilidad dental: puede que en algunos pacientes se den casos de sensibilidad al contacto con el frío-calor.
  • Según el grosor de la carilla, los dientes no quedarán tan blancos como te esperas (dependerá en gran medida de tu esmalte).
  • Las carillas no se pueden reparar. Si alguna de ellas resulta dañada, se debe cambiar por otra nueva.
  • No todos los pacientes son subsidiarios de un tratamiento con frentes de porcelana. Los casos de apiñamientos severos o defectos en la relación de las arcadas dentarias pueden contraindicar este tratamiento. Tampoco es recomendable en pacientes bruxistas (“rechinan” los dientes).
  • En cualquier caso siempre es el Odontólogo quien tiene que determinar por medio de un examen clínico si el paciente podrá o no hacer uso de las carillas.

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